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Las rebajas nos permiten hacernos con aquellos artículos que llevan meses haciéndonos ojitos desde el escaparate pero que cuyo precio no se ajusta a nuestro presupuesto. Si bien no todos, pues la gran mayoría de prendas de no-nueva temporada, los encontraremos a un precio que ya los hace más apetecibles.

Todos los años me ha pasado lo mismo. He acabado comprando furgones enteros de ropa y después ha llegado el arrepentimiento. No cometáis este fallo y tomad nota de estos consejos. A mi no me vuelve a pasar...


1- Antes de ir a la tienda, mira bien tu armario y pregúntate: "¿Qué me falta? ¿Qué me sobra? ¿Qué necesito?" Después de hacer un inventario mental, tendrás una idea clara de lo que buscas y es lo primero que debes ir a mirar. Además, si ves oportunidad, vende en rastrillos o eBay toda aquella ropa que te sobre y te haces tu montoncito de ahorro.

2- Piensa que aunque pequeño, el concepto de desembolso, no desaparece de nuestra economía y a la larga se nota. Compensa más tener 5€ en el bolsillo que una camiseta arrinconada en el fondo del armario.

3- Hazte con prendas básicas: Jeans, americana, blusas, algún trench o parka, bolso de piel, ropa de noche o lencería... Útiles todo el año, no pasan de moda y si son de buena calidad, cuestan lo suyo.

4- Aprovecha para comprar en primeras marcas y hacerte con los articulos de más valor, dejando un poco de lado marcas Low Cost donde puedes aprovecharte todo el año.

5- Ajústate siempre a tu estilo. No compres cosas diferentes a tu gusto que pueden no favorecerte, no ser de tu talla o no tener nada con qué combinarlas. Al final te darás cuenta de que apenas lo utilizas 2 veces al año y que es una inversión inservible. 

6- Ojea tus tiendas preferidas en primera persona, cada prenda, cada tejido y después ve al catálogo online. Marca como favorito ★ todo link donde se haye, por si no la encontraras más adelante en el establecimiento, que tengas alguna opción de conseguirlo sin esperar largas colas. Aquí explico cómo.




Estoy segura de que siguiendo estos pasos y con mucha cabeza, las rebajas nos dejaran con buen sabor de boca y ningún arrepentimiento. ¡Ánimo!